Exiliado en Francia, en contacto con la Escuela de París y creador indiscutible de un personal universo, Antoni Clavé, uno de los nombres propios más internacionales de la pintura española del siglo pasado, es el protagonista absoluto hasta el próximo 15 de febrero en la galería de arte Jordi Pascual, en Barcelo1_Clave_Antonina.
El insigne historiador José Camón Aznar dijo sobre él: es difícil la clasificación de Antoni Clavé, pintor imaginativo, de grandes masas, aunque realice cuadros en pequeño formato. Sus fantasías son de carácter escenográfico por lo sumarias y decorativas. Y es el costado imaginativo el que hay que tener presente para valorar su obra. Precisamente en su etapa más creativa, aquella desarrollada entre los años 1940 y 1960, surge la veintena de obras que la Galeria Jordi Pascual expone en Pinturas. Son dos décadas, desde su exilio a Francia tras la Guerra Civil, donde entraría a formar parte de la Escuela de París y conoce a Picasso, Juan Gris, Miró y Saura, Hasta su entrada definitiva en la abstracción, en las que también contacta con el mundo del ballet y el teatro, así como con la plástica medieval que tiene como resultado sus famosas series de guerreros, reyes y reinas. Además, en 1952 sería candidato al Óscar por su trabajo en la película de Charles Vidor El fabuloso Andersen, en la que se hizo cargo tanto de la escenografía como del vestuario, aunque abandonó esta faceta para dedicarse de lleno a la pintura en 1954.
Así, fechadas entre 1942 y 1963, las piezas que ofrece Jordi Pascual, con unos precios que van desde los 30.000 hasta los 90.000 euros, están realizadas con las habituales técnicas del artista: tanto óleo y collage sobre lienzo como tabla. Roi à l’oiseau de 1957, Plage du Nord, tabla de 1942 o Bailarines, de 1945, son algunos de los títulos que se podrán adquirir, o simplemente admirar, en esta muestra con la que Jordi Pascual pretende mostrar al público la etapa más innovadora y original de uno de los artistas más representativos de su galería.
Revista Subastas del Siglo XXI, Enero 2012
Exiliado en Francia, en contacto con la Escuela de París y creador indiscutible de un personal universo, Antoni Clavé, uno de los nombres propios más internacionales de la pintura española del siglo pasado, es el protagonista absoluto hasta el próximo 15 de febrero en la galería de arte Jordi Pascual, en Barcelo1_Clave_Antonina.
El insigne historiador José Camón Aznar dijo sobre él: es difícil la clasificación de Antoni Clavé, pintor imaginativo, de grandes masas, aunque realice cuadros en pequeño formato. Sus fantasías son de carácter escenográfico por lo sumarias y decorativas. Y es el costado imaginativo el que hay que tener presente para valorar su obra. Precisamente en su etapa más creativa, aquella desarrollada entre los años 1940 y 1960, surge la veintena de obras que la Galeria Jordi Pascual expone en Pinturas. Son dos décadas, desde su exilio a Francia tras la Guerra Civil, donde entraría a formar parte de la Escuela de París y conoce a Picasso, Juan Gris, Miró y Saura, Hasta su entrada definitiva en la abstracción, en las que también contacta con el mundo del ballet y el teatro, así como con la plástica medieval que tiene como resultado sus famosas series de guerreros, reyes y reinas. Además, en 1952 sería candidato al Óscar por su trabajo en la película de Charles Vidor El fabuloso Andersen, en la que se hizo cargo tanto de la escenografía como del vestuario, aunque abandonó esta faceta para dedicarse de lleno a la pintura en 1954.
Así, fechadas entre 1942 y 1963, las piezas que ofrece Jordi Pascual, con unos precios que van desde los 30.000 hasta los 90.000 euros, están realizadas con las habituales técnicas del artista: tanto óleo y collage sobre lienzo como tabla. Roi à l’oiseau de 1957, Plage du Nord, tabla de 1942 o Bailarines, de 1945, son algunos de los títulos que se podrán adquirir, o simplemente admirar, en esta muestra con la que Jordi Pascual pretende mostrar al público la etapa más innovadora y original de uno de los artistas más representativos de su galería.
Exiliado en Francia, en contacto con la Escuela de París y creador indiscutible de un personal universo, Antoni Clavé, uno de los nombres propios más internacionales de la pintura española del siglo pasado, es el protagonista absoluto hasta el próximo 15 de febrero en la galería de arte Jordi Pascual, en Barcelo1_Clave_Antonina.
El insigne historiador José Camón Aznar dijo sobre él: es difícil la clasificación de Antoni Clavé, pintor imaginativo, de grandes masas, aunque realice cuadros en pequeño formato. Sus fantasías son de carácter escenográfico por lo sumarias y decorativas. Y es el costado imaginativo el que hay que tener presente para valorar su obra. Precisamente en su etapa más creativa, aquella desarrollada entre los años 1940 y 1960, surge la veintena de obras que la Galeria Jordi Pascual expone en Pinturas. Son dos décadas, desde su exilio a Francia tras la Guerra Civil, donde entraría a formar parte de la Escuela de París y conoce a Picasso, Juan Gris, Miró y Saura, Hasta su entrada definitiva en la abstracción, en las que también contacta con el mundo del ballet y el teatro, así como con la plástica medieval que tiene como resultado sus famosas series de guerreros, reyes y reinas. Además, en 1952 sería candidato al Óscar por su trabajo en la película de Charles Vidor El fabuloso Andersen, en la que se hizo cargo tanto de la escenografía como del vestuario, aunque abandonó esta faceta para dedicarse de lleno a la pintura en 1954.
Así, fechadas entre 1942 y 1963, las piezas que ofrece Jordi Pascual, con unos precios que van desde los 30.000 hasta los 90.000 euros, están realizadas con las habituales técnicas del artista: tanto óleo y collage sobre lienzo como tabla. Roi à l’oiseau de 1957, Plage du Nord, tabla de 1942 o Bailarines, de 1945, son algunos de los títulos que se podrán adquirir, o simplemente admirar, en esta muestra con la que Jordi Pascual pretende mostrar al público la etapa más innovadora y original de uno de los artistas más representativos de su galería. 