Durante los meses de Marzo y Abril, la Galería Jordi Pascual presenta la exposición Carlos Nadal. 1949-1988: 39 años de fauvismo.
Comisariada por su hijo Alejandro, reúne unos 22 óleos que reflejan como ha evolucionado su obra a lo largo de estos 39 años. Fue en el Paris de los años 40 donde Carlos Nadal (Paris 1917- 1998) descubrió cual iba a ser su camino. Íntimamente atraído por los fauvistas y con una innegable aportación personal a sus postulados, el color se fue independizando del dibujo y fue adquiriendo, cada vez con más decisión, su propia función creativa. En su mundo coloreado y alegre, las medidas, la perspectiva y hasta la lógica constructiva han ido perdiendo importancia. Se ha dicho con acierto que muy por encima del tema, sea este un paisaje, un bodegón o un marina, lo que hay en su obra es la marca muy personal de Carlos Nadal, una explosión armónica, decidida y alegre de color. Ahí esta la esencia de su pintura.
Varias obras antiguas como la vista de un parque pintada en Bruselas y fechada en 1949, otras con interesantes historiales y bibliografías, como Cuenca y sus colgadas casas de 1978 que formó parte de la exposición denominada 9 pintores catalanes en Cuenca en la Casa de la Cultura de Cuenca en 1978 (posteriormente trasladada a Madrid y Barcelona), el espectacular interior Sillones de 1975 catalogado y expuesto por primera vez en Sitges en 1975 y posteriormente en Londres, entre otras obras, permiten observar la evolución de uno de los pintores españoles mas firmemente establecidos y apreciados en el panorama artístico internacional.
Del 1 de marzo al 30 de abril de 2012
Durante los meses de Marzo y Abril, la Galería Jordi Pascual presenta la exposición Carlos Nadal. 1949-1988: 39 años de fauvismo.
Comisariada por su hijo Alejandro, reúne unos 22 óleos que reflejan como ha evolucionado su obra a lo largo de estos 39 años. Fue en el Paris de los años 40 donde Carlos Nadal (Paris 1917- 1998) descubrió cual iba a ser su camino. Íntimamente atraído por los fauvistas y con una innegable aportación personal a sus postulados, el color se fue independizando del dibujo y fue adquiriendo, cada vez con más decisión, su propia función creativa. En su mundo coloreado y alegre, las medidas, la perspectiva y hasta la lógica constructiva han ido perdiendo importancia. Se ha dicho con acierto que muy por encima del tema, sea este un paisaje, un bodegón o un marina, lo que hay en su obra es la marca muy personal de Carlos Nadal, una explosión armónica, decidida y alegre de color. Ahí esta la esencia de su pintura.
Varias obras antiguas como la vista de un parque pintada en Bruselas y fechada en 1949, otras con interesantes historiales y bibliografías, como Cuenca y sus colgadas casas de 1978 que formó parte de la exposición denominada 9 pintores catalanes en Cuenca en la Casa de la Cultura de Cuenca en 1978 (posteriormente trasladada a Madrid y Barcelona), el espectacular interior Sillones de 1975 catalogado y expuesto por primera vez en Sitges en 1975 y posteriormente en Londres, entre otras obras, permiten observar la evolución de uno de los pintores españoles mas firmemente establecidos y apreciados en el panorama artístico internacional.
Durante los meses de Marzo y Abril, la Galería Jordi Pascual presenta la exposición Carlos Nadal. 1949-1988: 39 años de fauvismo.
Comisariada por su hijo Alejandro, reúne unos 22 óleos que reflejan como ha evolucionado su obra a lo largo de estos 39 años. Fue en el Paris de los años 40 donde Carlos Nadal (Paris 1917- 1998) descubrió cual iba a ser su camino. Íntimamente atraído por los fauvistas y con una innegable aportación personal a sus postulados, el color se fue independizando del dibujo y fue adquiriendo, cada vez con más decisión, su propia función creativa. En su mundo coloreado y alegre, las medidas, la perspectiva y hasta la lógica constructiva han ido perdiendo importancia. Se ha dicho con acierto que muy por encima del tema, sea este un paisaje, un bodegón o un marina, lo que hay en su obra es la marca muy personal de Carlos Nadal, una explosión armónica, decidida y alegre de color. Ahí esta la esencia de su pintura.
Varias obras antiguas como la vista de un parque pintada en Bruselas y fechada en 1949, otras con interesantes historiales y bibliografías, como Cuenca y sus colgadas casas de 1978 que formó parte de la exposición denominada 9 pintores catalanes en Cuenca en la Casa de la Cultura de Cuenca en 1978 (posteriormente trasladada a Madrid y Barcelona), el espectacular interior Sillones de 1975 catalogado y expuesto por primera vez en Sitges en 1975 y posteriormente en Londres, entre otras obras, permiten observar la evolución de uno de los pintores españoles mas firmemente establecidos y apreciados en el panorama artístico internacional. 