Periódico La
Vanguardia, 15 de Noviembre de 2015.
La galería Jordi Pascual ha reunido una quincena de óleos de Joaquim Mir (Barcelona 1873-1940) con la intención de homenajear, en el 75 aniversario de su mue
rte, a uno de los mayores creadores del país además de su significativa aportación a una nueva lectura más moderna del paisaje que en sus composiciones más atrevidas se queda en los umbrales de la abstracción.
Las pinturas que argumentan esta exposición. que podrá visitarse hasta finales de diciembre, tiene diferentes formatos y pertenecen a algunas de sus series más celebradas como las dedicadas al Campo de Tarragona, al Vallès y a Vilanova i la Geltrú. Para calificar al artista barcelonés tendremos que decir que se trata de un pintor de inconfundible personalidad, que trabó una obra de fogoso y sensual cromatismo, alejada de cualquier intento realista y puesta al servicio de su orgiástica visión del paisaje que arranca de un cierto simbolismo para desembocar en un decorativismo muy vistoso, monumentalizante y barroco. Fue discípulo de Lluís Graner y estudió en la Escuela de la Llotja de Barcelona. Formó parte, junto a Ramon Pitxot, Isidre Nonell, Juli Vallmitjana y Adrià Gual de la Colla del Safrà, denominado así por el color amarillento de sus composiciones. Su concepción renovadora del paisaje ha mantenido su influencia durante largo tiempo en una pléyade de creadores artísticos baleares y catalanes que han seguido su estela
plenairista y mediterránea.
La última muestra antes de su falleciminento se celebra en 1940 en la Sala Vilches de Madrid, aunque es obligado mencionar sus presencias reiteradas en la Sala Parés de Barcelona desde principios del siglo XX y su participación en la Bienal de Venecia en 1934.
Carlos García Osuna