Poliakoff, Serge
Serge Poliakoff destaca por ser uno de los pioneros del movimiento abstracto que desafío el concepto tradicional de la pintura europea y redefinió el significado convencional de la representación en el lienzo. Nació en Moscú en 1900 y fue criado por una familia aristócrata, lo cual le dio la oportunidad de vivir una infancia y adolescencia privilegiada con acceso a una educación en música, literatura y canto. Debido a la Revolución Rusa, se vio obligado a abandonar el país en 1917. En ese momento, decidió acompañar a su tía, una cantante de renombre internacional, a hacer una gira por Europa.
Ya con un pie dentro del mundo artístico europeo, se instaló en París en 1923, donde tomó clases de pintura en la Académie de la Grande Chaumière. Lamentablemente, todos los cuadros que realizó durante sus primeros años en la capital francesa nunca pudieron ser recuperados, pero su enfoque se centraba en la anatomía del cuerpo humano. En 1931 presentó por primera vez su obra, en una exposición colectiva en la Galerie Drouant-David. Posteriormente, entre 1935 y 1937, se trasladó a Londres con el propósito de explorar nuevos entornos artísticos y ampliar su formación en la Slade School of Art.
Cuando regresó a París, formó amistades con Kandisnky, Robert y Sonia Delaunay, Otto Freundilch, y Malevich, quienes le abrieron las puertas al mundo de la abstracción. En el primer año de vuelta en Francia, llevó a cabo su primera exposición individual en la Galerie Zak, aunque no fue hasta 1938 que mostró su primera obra abstracta en el Salon des Indépendants. A partir de entonces, fue reconocido, junto a Kandinsky y Malevich, como uno de los artistas abstractos más revolucionarios de la ciudad. En 1952, firmó un contrato con la Galerie Bing, lo que le dio la libertad de dejar su trabajo como músico de cabaré, para dedicarse completamente a la pintura.
Desde su primer lienzo abstracto hasta su fallecimiento en 1969, su obra tenía como objetivo investigar el significado de la relación bidimensional entre pintura y volumen. Cuando se unió al movimiento abstracto, pintaba colores muy vibrantes y figuras geométricas. No obstante, en 1960, empezó a emplear una paleta más oscura y a alejarse de los conceptos arquitectónicos, centrándose en obras donde la única preocupación era la intensidad del color. Independientemente de los cambios visuales que hizo durante su carrera artística, las pinturas de Poliakoff siempre se caracterizaban como poemas pictóricos que buscaban la total trasparencia.
A partir de 1958 hasta hoy, sus obras se han presentado en museos de todo el mundo. En la Bienal de Venecia de 1962, se le asignó una sala únicamente a él, mientras que el Museo Nacional de Arte Moderno de París le dedicó una retrospectiva. Sus pinturas se encuentran en las exposiciones permanentes de diferentes instituciones internacionales, como el Centre Pompidou de París, el Museo Nacional de Arte Reina Sofia de Madrid, o el MOMA y Guggenheim Museum de Nueva York.