ascual de Barcelona. Una veintena de paisajes y marinas llenos de luminosidad y de fuerza, siempre marcados por el estilo personal y propio de los dos artistas singulares, integran la muestra que puede visitarse durante todo este mes de noviembre.
Una oportunidad de descubrir juntos a dos de los maestros españoles del paisajismo y representantes del espíritu impresionista es la exhibición que propone este mes la Galería Jordi Pascual en Barcelona. Todo un lujo.
El recorrido permite al visitante acercarse a obras de gran formato como Pueblo o El Pascol, firmadas por Joaquín Mir en los años veinte, junto a Ruinas de Santa María de Besalú y Santa Cristina que salieron del taller de Eliseo Meifrén algunos años antes, que se mezclan con otras de pequeño tamaño pero con la fuerza de Paisaje de Vilanova, un paisaje suburbano que Mir creó con perfección y personal estilo; además de algunas notas claramente impresionistas con una Marina de Meifrén que completan el viaje. La selección de composiciones ayuda a descubrir entre obras luminosas, cálidas y exquisitas lo mejor de dos mundos y dos personalidades muy distintas a pesar de formar parte de la misma corriente artística.
Desde la Escuelade Bellas Artes de Barcelona, punto de partida en la carrera artística de ambos, sus caminos se desarrollan después en distintas direcciones que en esta muestra dialogan y se complementan. Un Meifrén que viaja y vive en París las novedades artísticas del momento y que pone en práctica en sus lienzos hasta ganarse el favor de la crítica más exigente. Un Mir que, siendo catorce años más joven que él, experimenta primero bajo las enseñanzas de Isidro Nonell y Joaquín Sunyer para luego separarse de estas tendencias y madurar un estilo propio y personal que le acompañó como seña de identidad a lo largo de toda su carrera.
Mir-Meifrén es. sin duda, una exposición que responde a la necesidad de conocer y compartir las aportaciones de dos maestros fundamentales dentro de la pintura impresionista española. Una muestra para no perdérsela.
Blanca Ramos Jarque
Revista Subastas del siglo XXI, Noviembre de 2013.
Dos maestros como Joaquín Mir (1873- 1940) y Eliseo Meifrén (1859-1940) protagonizan el inicio de la temporada de exposiciones en la Galería Jordi Pascual de Barcelona. Una veintena de paisajes y marinas llenos de luminosidad y de fuerza, siempre marcados por el estilo personal y propio de los dos artistas singulares, integran la muestra que puede visitarse durante todo este mes de noviembre.
Una oportunidad de descubrir juntos a dos de los maestros españoles del paisajismo y representantes del espíritu impresionista es la exhibición que propone este mes la Galería Jordi Pascual en Barcelona. Todo un lujo.
El recorrido permite al visitante acercarse a obras de gran formato como Pueblo o El Pascol, firmadas por Joaquín Mir en los años veinte, junto a Ruinas de Santa María de Besalú y Santa Cristina que salieron del taller de Eliseo Meifrén algunos años antes, que se mezclan con otras de pequeño tamaño pero con la fuerza de Paisaje de Vilanova, un paisaje suburbano que Mir creó con perfección y personal estilo; además de algunas notas claramente impresionistas con una Marina de Meifrén que completan el viaje. La selección de composiciones ayuda a descubrir entre obras luminosas, cálidas y exquisitas lo mejor de dos mundos y dos personalidades muy distintas a pesar de formar parte de la misma corriente artística.
Desde la Escuelade Bellas Artes de Barcelona, punto de partida en la carrera artística de ambos, sus caminos se desarrollan después en distintas direcciones que en esta muestra dialogan y se complementan. Un Meifrén que viaja y vive en París las novedades artísticas del momento y que pone en práctica en sus lienzos hasta ganarse el favor de la crítica más exigente. Un Mir que, siendo catorce años más joven que él, experimenta primero bajo las enseñanzas de Isidro Nonell y Joaquín Sunyer para luego separarse de estas tendencias y madurar un estilo propio y personal que le acompañó como seña de identidad a lo largo de toda su carrera.
Mir-Meifrén es. sin duda, una exposición que responde a la necesidad de conocer y compartir las aportaciones de dos maestros fundamentales dentro de la pintura impresionista española. Una muestra para no perdérsela.
Blanca Ramos Jarque
ascual de Barcelona. Una veintena de paisajes y marinas llenos de luminosidad y de fuerza, siempre marcados por el estilo personal y propio de los dos artistas singulares, integran la muestra que puede visitarse durante todo este mes de noviembre.
Una oportunidad de descubrir juntos a dos de los maestros españoles del paisajismo y representantes del espíritu impresionista es la exhibición que propone este mes la Galería Jordi Pascual en Barcelona. Todo un lujo.
El recorrido permite al visitante acercarse a obras de gran formato como Pueblo o El Pascol, firmadas por Joaquín Mir en los años veinte, junto a Ruinas de Santa María de Besalú y Santa Cristina que salieron del taller de Eliseo Meifrén algunos años antes, que se mezclan con otras de pequeño tamaño pero con la fuerza de Paisaje de Vilanova, un paisaje suburbano que Mir creó con perfección y personal estilo; además de algunas notas claramente impresionistas con una Marina de Meifrén que completan el viaje. La selección de composiciones ayuda a descubrir entre obras luminosas, cálidas y exquisitas lo mejor de dos mundos y dos personalidades muy distintas a pesar de formar parte de la misma corriente artística.
Desde la Escuelade Bellas Artes de Barcelona, punto de partida en la carrera artística de ambos, sus caminos se desarrollan después en distintas direcciones que en esta muestra dialogan y se complementan. Un Meifrén que viaja y vive en París las novedades artísticas del momento y que pone en práctica en sus lienzos hasta ganarse el favor de la crítica más exigente. Un Mir que, siendo catorce años más joven que él, experimenta primero bajo las enseñanzas de Isidro Nonell y Joaquín Sunyer para luego separarse de estas tendencias y madurar un estilo propio y personal que le acompañó como seña de identidad a lo largo de toda su carrera.
Mir-Meifrén es. sin duda, una exposición que responde a la necesidad de conocer y compartir las aportaciones de dos maestros fundamentales dentro de la pintura impresionista española. Una muestra para no perdérsela.
Blanca Ramos Jarque 