Domínguez, Óscar
Óscar Domínguez (Tenerife, 1906 - París, 1957) pasa toda su infancia en Tenerife. En 1927 su padre, propietario de una plantación platanera, lo envía a París para ocuparse de los negocios familiares.
Domínguez siempre se había sentido atraído por la capital francesa y desde muy joven su sueño era vivir en París y dedicarse de lleno a la pintura. Al poco de llegar a la ciudad, abandona el negocio de su padre y empieza a frecuentar los artistas de Montparnasse, a visitar exposiciones y se matricula en una academia de pintura.
En 1929 ya encontramos sus primeras piezas surrealistas bajo la influencia de Dalí, Tanguy y Max Ernst, y en 1935 se une al grupo Surrealista de André Breton. Ese mismo año organiza con su amigo Eduardo Westerdahl la primera exposición del grupo surrealista en Tenerife.
Comienza una etapa muy creativa y original y realiza sus famosas “decalcomanías” creadas entre 1938 y 1939. Esta etapa es conocida como período cósmico.
Al estallar la II Guerra Mundial, Domínguez se va a Marsella como muchos otros artistas pero vuelve a París a inicios de los años 40. Durante esta etapa, en la que aumenta el número de exposiciones internacionales, se aprecia una clara influencia de la obra de De Chirico y de Picasso. A partir del año 48 se inicia el periodo triple trait caracterizado por una pintura más esquemática con una paleta de colores más suave y luminosa.
Diversos episodios depresivos durante los años 50 y el agravamiento de la acromegalia que padecía hacía años oscurecen su vida y su obra.
Óscar Domínguez se suicida el 31 de diciembre de 1957.