Una quincena de obras firmadas por autores de la talla de Santiago Rusiñol, Ramon Casas, Joaquín Mir, Eliseo Meifrén o Carlos Nadal, entre otros, conforman Miradas, la muestra que hasta el próximo 28 de marzo exhibe la Galería Jordi Pascual de Barcelona. Una manera de descubrir y disfrutar, con todos sus contrastes y matices, algunos de los estilos fundamentales que se fuero sucediendo en la pintura desde principios del siglo XX.
Una lista de clásicos indispensables. Eso es lo que nos regala durante los próximos dos meses la Galería Jordi Pascual en su sede en Barcelona. Un intenso recorrido formado por una quincena de obras que discurren entre paisajes, marinas, escenas de interior o figuras, y que nos invitan a disfrutar de autores con personalidad y un sello único.
El viaje comienza de la mano de Santiago Rusiñol, representante del mejor modernismo español, y su Jardín de 1898 (80×60 cm), la obra más temprana de la muestra y termina de mano de Carlos Nadal y el fauvismo, donde colores, alegría y genialidad se reúnen, por ejemplo, en obras como Columbus Circle, paisaje urbano de los años 80.
En este camino de grandes nombres y mezclas de los más diferentes estilos, también encontramos las huellas del postimpresionismo en creaciones de la calidad de un Paisaje de 91×101,5 cm pintado por Joaquim Mir, una de las obras más destacadas de la muestra, o la aportación de la Escuela de París con títulos como Maternitat (73×92 cm), uno de los dos trabajos que suma a la muestra el pincel de Emilio Grau Sala.
El papel de las figuras y el peso del retrato ocupan también un lugar especial en esta cuidada selección. Una evolución rica y estudiada que oscila entre el bello realismo de la figura de perfil firmada por Ramón Casas, hasta la expresividad y sensibilidad de los rostros de una mujer y con su hijo (Femme et enfant, 1946, 100×81 cm) que plasmó Antoni Clavé y que el espectador podrá compartir, intuir y contraponer. Una exposición que como su propio nombre refleja, Miradas, nos ofrece la posibilidad de mirar hacia distintos caminos, estilos y formas de entender el arte y bucear en lo mejor de la pintura española desde principios del siglo XX. Un camino más que interesante que no debe dejar de anotar en su agenda.
Blanca Ramos Jarque
Revista Subastas del siglo XXI, febrero de 2013
Una quincena de obras firmadas por autores de la talla de Santiago Rusiñol, Ramon Casas, Joaquín Mir, Eliseo Meifrén o Carlos Nadal, entre otros, conforman Miradas, la muestra que hasta el próximo 28 de marzo exhibe la Galería Jordi Pascual de Barcelona. Una manera de descubrir y disfrutar, con todos sus contrastes y matices, algunos de los estilos fundamentales que se fuero sucediendo en la pintura desde principios del siglo XX.
Una lista de clásicos indispensables. Eso es lo que nos regala durante los próximos dos meses la Galería Jordi Pascual en su sede en Barcelona. Un intenso recorrido formado por una quincena de obras que discurren entre paisajes, marinas, escenas de interior o figuras, y que nos invitan a disfrutar de autores con personalidad y un sello único.
El viaje comienza de la mano de Santiago Rusiñol, representante del mejor modernismo español, y su Jardín de 1898 (80×60 cm), la obra más temprana de la muestra y termina de mano de Carlos Nadal y el fauvismo, donde colores, alegría y genialidad se reúnen, por ejemplo, en obras como Columbus Circle, paisaje urbano de los años 80.
En este camino de grandes nombres y mezclas de los más diferentes estilos, también encontramos las huellas del postimpresionismo en creaciones de la calidad de un Paisaje de 91×101,5 cm pintado por Joaquim Mir, una de las obras más destacadas de la muestra, o la aportación de la Escuela de París con títulos como Maternitat (73×92 cm), uno de los dos trabajos que suma a la muestra el pincel de Emilio Grau Sala.
El papel de las figuras y el peso del retrato ocupan también un lugar especial en esta cuidada selección. Una evolución rica y estudiada que oscila entre el bello realismo de la figura de perfil firmada por Ramón Casas, hasta la expresividad y sensibilidad de los rostros de una mujer y con su hijo (Femme et enfant, 1946, 100×81 cm) que plasmó Antoni Clavé y que el espectador podrá compartir, intuir y contraponer. Una exposición que como su propio nombre refleja, Miradas, nos ofrece la posibilidad de mirar hacia distintos caminos, estilos y formas de entender el arte y bucear en lo mejor de la pintura española desde principios del siglo XX. Un camino más que interesante que no debe dejar de anotar en su agenda.
Blanca Ramos Jarque
Una quincena de obras firmadas por autores de la talla de Santiago Rusiñol, Ramon Casas, Joaquín Mir, Eliseo Meifrén o Carlos Nadal, entre otros, conforman Miradas, la muestra que hasta el próximo 28 de marzo exhibe la Galería Jordi Pascual de Barcelona. Una manera de descubrir y disfrutar, con todos sus contrastes y matices, algunos de los estilos fundamentales que se fuero sucediendo en la pintura desde principios del siglo XX.
Una lista de clásicos indispensables. Eso es lo que nos regala durante los próximos dos meses la Galería Jordi Pascual en su sede en Barcelona. Un intenso recorrido formado por una quincena de obras que discurren entre paisajes, marinas, escenas de interior o figuras, y que nos invitan a disfrutar de autores con personalidad y un sello único.
El viaje comienza de la mano de Santiago Rusiñol, representante del mejor modernismo español, y su Jardín de 1898 (80×60 cm), la obra más temprana de la muestra y termina de mano de Carlos Nadal y el fauvismo, donde colores, alegría y genialidad se reúnen, por ejemplo, en obras como Columbus Circle, paisaje urbano de los años 80.
En este camino de grandes nombres y mezclas de los más diferentes estilos, también encontramos las huellas del postimpresionismo en creaciones de la calidad de un Paisaje de 91×101,5 cm pintado por Joaquim Mir, una de las obras más destacadas de la muestra, o la aportación de la Escuela de París con títulos como Maternitat (73×92 cm), uno de los dos trabajos que suma a la muestra el pincel de Emilio Grau Sala.
El papel de las figuras y el peso del retrato ocupan también un lugar especial en esta cuidada selección. Una evolución rica y estudiada que oscila entre el bello realismo de la figura de perfil firmada por Ramón Casas, hasta la expresividad y sensibilidad de los rostros de una mujer y con su hijo (Femme et enfant, 1946, 100×81 cm) que plasmó Antoni Clavé y que el espectador podrá compartir, intuir y contraponer. Una exposición que como su propio nombre refleja, Miradas, nos ofrece la posibilidad de mirar hacia distintos caminos, estilos y formas de entender el arte y bucear en lo mejor de la pintura española desde principios del siglo XX. Un camino más que interesante que no debe dejar de anotar en su agenda.
Blanca Ramos Jarque 